El secreto de la verdadera vocación
- lu2510
- 7 oct 2016
- 3 Min. de lectura
Muchas veces pensamos que la vocación se limita a la carrera que piensas seguir o a la decisión que vas a tomar al ingresar a la universidad, cuando en realidad esta palabra nos lleva mucho más allá que a un simple trabajo.
La vocación une pasión y talento, es decir que con creatividad, tu carrera la puedes convertir en una oportunidad: relacionando lo que te gusta y abriendo un espacio único e innovador. El punto clave para diferenciarse y destacar de otra persona que sigue la misma carrera que tú son tus propias habilidades y destrezas: ¿que tienes tú que te diferencia del resto? Por ejemplo al moverme en un espacio tan competitivo como lo es el mundo del teatro, ¿qué me va a diferenciar del resto que también saben actuar, cantar y bailar igual o hasta mejor que yo? Es ahí donde entran a tallar tus habilidades y valores personales como: la capacidad de oratoria, facilidad para escribir y argumentar, interés por la investigación, hábito de lectura, la paciencia, la tolerancia, el interés por la realidad social, la disposición de ayuda, etc., todos y cada uno de ellos pueden ser factores determinantes en la presentación de un profesional al mundo.
"Todos y cada uno de tus dones y talentos bien desarrollados pueden marcar la diferencia"
La vida al fin y al cabo te pone varias puertas al frente, no existe un sólo camino, esto en el tema de vocación nos da la certeza que al momento de ejercer una profesión, desarrollamos a su vez muchas carreras. A partir de tu profesión puedes ejercer de varias formas, incluso formas que tú mismo puedes crear y potenciar en tu medio, y al final terminas por aprender de todo un poco. Recuerda que hay rincones que no sabes que existen en tu carrera y que tú mismo puedes descubrir y crear. No hay limitaciones, como tampoco hay que tenerle miedo a los cambios, sino siempre tener la puerta abierta a nuevas ideas que te lleven a nuevas oportunidades.
Cuando hablamos de competencia y un verdadero sentido de la vocación, muchos creen que estás hecho para esa carrera o tienes vocación si es que "eres el mejor", y este es muchas veces el error más grande que podemos cometer: no debemos plantearnos "ser los mejores", porque casi siempre hay mejores que tú ya sea por los años de experiencia o por sus mismas habilidades, y puedes caer en la decepción y en una lucha constante contigo mismo que te llevará directo a la frustración. Es así como la verdadera vocación no plantea "ser el mejor" sino "dar lo mejor de ti" según tus capacidades y limitaciones: dar todo de ti y sentirte feliz con lo que puedes lograr a plenitud.
Siempre hay que tener fe y confianza en todo lo que se va aprendiendo, en nuestro talento, y en la persona que te estás convirtiendo en todo ese proceso. Es muy importante formar correctamente tu marca personal que debe ir acompañada de tus valores y aquello que te distingue del resto como único y especial.
Por último, la verdadera vocación es aquella que se construye, que cree en la eficacia de sus sueños, que explora y busca su plenitud en la felicidad. La verdadera vocación es aquella que te dice "no te conformes" y que hace de un hombre ordinario en un ser extraordinario.
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